La transformación digital entra en el supermercado o mejor dicho en los supermercados para mejorar la productividad, aumentar la sostenibilidad y llevar la verdadera innovación a las tiendas. Palabras de Conad que desde 2017 decidió digitalizar muchos de los puntos de venta de la marca.
La marca Conad, muy conocida en la gran distribución italiana y líder del mercado, inició hace ya varios años un proceso de digitalización. Empezó con la colocación de etiquetas LCD (los primeros modelos del mercado) para llegar hoy a la etiqueta más avanzada (modelo Nebular).
En colaboración con nuestros expertos, Conad ya ha digitalizado 250 tiendas del grupo en toda Italia, y los precios digitales ahora están presentes en todos los departamentos: frutas y verduras, mostradores atendidos, alimentos refrigerados y congelados y parafarmacia.
En España, ya se pueden encontrar etiquetas electrónicas en los departamentos de grandes marcas como Condis, Consum, My Mercat.
El resultado es una gestión totalmente eficaz de los precios dinámicos y la optimización de las operaciones por parte del personal en tienda. Además, el cliente obtiene una experiencia de compra más contemporánea sin fricciones entre las compras en línea y en tienda.
Lee el estudio de caso My Mercat aquí.
¿Qué ha llevado a un gran grupo a invertir en etiquetas de precios digitales para sus supermercados? La respuesta es: valores y necesidades prácticas..
Con las etiquetas electrónicas, cada punto de venta gestiona el cambio de precios, la comunicación en el estante, el control de las fechas de caducidad y mucho más. La introducción de un programa para la gestión centralizada y automatizada de la información también permite intervenir en las decisiones de varios puntos de venta, cambiando simultáneamente los precios en diferentes tiendas y sin ninguna intervención manual por parte de los empleados o del jefe de sección.
Los empleados pueden de esta forma ocuparse mejor del servicio de atención al cliente, para cuidar la parte relacional que incide positivamente en las ventas y eliminar las operaciones manuales repetitivas.
El control de las fechas de caducidad se realiza de forma digital y centralizada, sin necesidad de inventario a mano, pudiendo también gestionar de forma dinámica las ofertas para vaciar rápidamente los estantes de productos cumplidos. Un aspecto que no solo se traduce en una ventaja organizativa sino también medioambiental porque reduce el desperdicio de alimentos.
También en lo que respecta a la sostenibilidad, la etiqueta electrónica dura años. Años en los que ya no será necesario recurrir ni al papel, ni a las impresoras ni las etiquetas de plástico para actualizar continuamente los precios incluso varias veces a la semana. El ahorro de papel y tinta es incalculable si pensamos en la cantidad de artículos expuestos en cientos de supermercados.
Para el cliente final, la experiencia del usuario es más interactiva.
«La introducción de las etiquetas electrónicas permite a un comercio minorista interactuar con los clientes, no solo para garantizarles la integridad de la información, sino para crear una conexión real que les permita utilizar los servicios digitales que las etiquetas pueden poner a su disposición», explica Leonardo Natali, responsable de operaciones de .venditaservice, empresa propiedad de Conad Nord Ovest que brinda servicios de TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) a los 600 puntos de venta del Grupo.
¿Buscas una solución personalizada para lograr objetivos similares? Cuéntenos las necesidades y los desafíos de tu comercio minorista y encontraremos juntos las herramientas más adecuadas para la digitalización.