El taller «Migliore Insegna» («Mejor marca») ha dado a conocer los resultados de la encuesta realizada por Largo Consumo e Ipsos sobre más de 42.000 experiencias reales de compra en las principales marcas físicas y digitales. De este estudio se desprende un dato importante relacionado con el sector minorista y, sobre todo, con la GDO: la existencia de un margen de mejora en el servicio de atención al cliente y la asistencia en el pago (solo hay que pensar en la gran difusión de las cajas automáticas).
Es evidente que para el consumidor moderno la esfera emocional es cada vez más decisiva a la hora de establecer sus preferencias. En particular, uno de los elementos en los que se apoya la diferenciación es precisamente la atención que ofrecen los dependientes, que se convierte, por lo tanto, en un elemento clave para conseguir que el consumidor se sienta satisfecho.
Los datos sobre este aspecto son claros: en el conjunto de todos los sectores comerciales, en una escala del 1 al 5, el nivel de satisfacción de los consumidores (con relación a la GDO) está por debajo de las expectativas, situándose en los niveles más bajos en lo que respecta concretamente a:
¿Por qué dejar que la atención sea un punto débil en la GDO?
Muy a menudo, los dependientes no disponen de tiempo porque están ocupados con otras tareas. Se necesita tiempo para atender a los clientes, hacerlo con la debida atención y encontrar respuestas inmediatas y adecuadas a sus necesidades.
Los datos sugieren que la fidelización en la GDO pasa también por la atención al cliente.
Actualmente, un punto débil puede convertirse en una gran oportunidad gracias a las tecnologías. De hecho, la GDO puede hacer uso de herramientas innovadoras que pueden mejorar su organización interna, para permitir que los dependientes tengan que ocuparse de menos tareas operativas y dedicarse, en cambio, a asesorar a los clientes. En concreto, todo esto es posible gracias a las etiquetas electrónicas.
No cabe duda de que, entre todas las nuevas tecnologías disponibles, las etiquetas electrónicas ocupan un lugar destacado. De hecho, representan un valioso aliado para lograr múltiples objetivos: mejoran la experiencia de compra de tus clientes gracias a una comunicación sencilla, completa y actualizada y, al mismo tiempo, aumentan la productividad de los puntos de venta mediante la optimización de las tareas y de la administración del personal, que de esta forma podrá dedicar más tiempo a atender a los clientes.
Además de la posibilidad de optimizar el trabajo de los dependientes, las etiquetas electrónicas ofrecen numerosas ventajas. Entre las principales:
Las etiquetas electrónicas permiten, por lo tanto, superar el límite de la falta de atención al cliente, es más, consiguen ofrecerle una experiencia de compra innovadora, exclusiva y atractiva. Por esta razón, implementar su uso resulta necesario para todo el que desee fidelizar a sus clientes y satisfacer sus nuevas necesidades y demandas. La marca se verá reforzada y mejorará su reputación y, en un mercado tan competitivo, es muy importante mantener las velas del negocio desplegadas.