Las ventas tanto en las tiendas de la GDO como en el comercio minorista en general se encuentran en pleno proceso de transición digital. Todos los estudios realizados después de la pandemia coinciden al afirmar que el impacto de la digitalización en las empresas está destinado a perdurar. En este artículo hablaremos de cómo los mostradores atendidos son fundamentales para diseñar los supermercados del futuro.
En el sector de la GDO, un tema clave es la experiencia del cliente. Se habla de una nueva función de la tienda física, de omnicanalidad y de soluciones digitales que replantearán el supermercado del futuro, donde la tecnología será la protagonista. Paralelamente, el escenario del sector minorista, afectado por nuevas dinámicas tanto de control del aforo dentro de las tiendas como de subida de los precios, pisa el acelerador en conceptos como la optimización y la eficiencia.
Según el extracto de un análisis realizado por McKinsey & Company, multinacional de asesoramiento estratégico, y publicado en Mark Up:
«Hay tres áreas de trabajo imperativas:
El mensaje clave que se debe tener en cuenta es que los últimos dos años han dejado claro a las marcas del sector minorista que la digitalización también será la protagonista del crecimiento de las tiendas físicas, integrando la experiencia cotidiana del cliente que debe hacer frente a las compras.
La digitalización ya no está relacionada solo con el comercio electrónico, sino que se convierte en parte de la experiencia del cliente, sin una separación clara entre offline y online. Sin embargo, desde el punto de vista del sector minorista, la tecnología aportará la eficiencia necesaria para garantizar la competitividad de la tienda física.
En las tiendas físicas, los mostradores atendidos aumentan la calidad de la oferta y son la motivación más fuerte que todavía empuja a los clientes a preferir comprar en tiendas físicas en vez de comprar por Internet.
Por lo tanto, es natural que una reflexión sobre la digitalización de los supermercados del futuro se centre precisamente en las necesidades de los mostradores de carnicería, pescadería, charcutería, comida preparada y panadería.
Un mostrador moderno está equipado con tecnología que pueda hacer más eficientes las operaciones y eliminar actividades repetitivas de bajo valor añadido.
Por ejemplo, utilizar etiquetas electrónicas significa no tener que reemplazar cada vez las etiquetas de forma manual.
Lo mismo es válido para el libro de ingredientes, cada vez que se debe añadir o reponer un producto.
Además, la gestión digital de los mostradores atendidos, gracias a tecnologías como el tótem para gestionar las colas, permite aumentar la eficiencia y ofrecer un mejor servicio al cliente.
La tecnología digital también puede ser una herramienta útil de marketing para transmitir mensajes promocionales, carteles y vídeos institucionales. De hecho, cerca de los mostradores atendidos se pueden instalar pantallas que transmitan contenidos emocionales o informativos, además de carteles automáticos.
Comunicación, marketing, optimización de las operaciones y gestión eficiente: estos son los elementos con los que las soluciones tecnológicas ya pueden dar forma a los supermercados del futuro.