CEl cambio es ley de vida. Cualquiera que mire solamente al pasado o al presente, se perderá el futuro.
((John Fitzgerald Kennedy)
Actualmente uno de los sectores que se enfrenta al reto del cambio es el de la Gran Distribución Organizada (GDO), que se encuentra ante la necesidad de atraer a un nuevo tipo de cliente y adaptarse a las necesidades del consumidor moderno. De hecho, el «mundo» de los consumidores evoluciona a gran velocidad, lo que lleva al sector de la gran distribución organizada a replantearse sus estrategias para continuar siendo relevante en el mercado.
El cliente ha cambiado, y sus nuevas necesidades han supuesto un cambio en el concepto de tienda, que ha dejado de ser simplemente un lugar donde comprar un producto, para convertirse en un espacio que puede ofrecer una experiencia exclusiva y transmitir nuevos valores. La experiencia del cliente se potencia y el cambio ha sido posible gracias a la transformación tecnológica, auténtica protagonista de las tiendas físicas.
Son muchas las tecnologías que están revolucionando las tiendas físicas, pero todas tienen el objetivo final de crear valor, a través también de la satisfacción del cliente. Por eso, actualmente la tecnología debe orientarse hacia los dos temas prioritarios para el comercio minorista: la transformación digital y la sostenibilidad. Estos son los motores que deben guiar nuestro modelo de negocio si queremos ser recompensados por la nueva generación de clientes y consumidores.
Es cada vez más evidente la necesidad urgente de utilizar la tecnología en apoyo de la sostenibilidad. Actualmente el cliente tiene una mayor conciencia ambiental y también quiere que las marcas que elige demuestren un compromiso concreto y tangible con la lucha contra el cambio climático y la reducción del impacto en el medio ambiente. Estos son algunos ejemplos de cómo la tecnología puede contribuir a la causa ecológica:
En las decisiones de compra del consumidor y en la creación de una relación de confianza, la actitud y las decisiones de la marca con respecto al cuidado del medio ambiente son determinantes.
La digitalización de la tienda física es la clave para satisfacer las nuevas demandas de los clientes, que ya no les basta solo con comprar un producto. Gracias a las tecnologías de última generación, el comercio minorista puede ofrecer a sus clientes experiencias innovadoras y atractivas, poniendo en práctica una fusión perfecta entre experiencia física y digital. La digitalización da una nueva vida a la tienda física y pone en valor toda la experiencia del cliente, que debe ser emocional, atractiva y exclusiva.
Y es la tecnología la que da ese valor añadido al recorrido del consumidor dentro de la tienda, como la señalización digital, que acompaña al cliente desde la entrada hasta la caja para proporcionarle información útil, completa e innovadora. La experiencia de compra debe dejar un recuerdo en las personas, un recuerdo que las empujará a repetirla. Sin embargo, cada recorrido, a su vez, debe estar personalizado y ser exclusivo, para proponer al cliente en cada momento contenido específico en función de sus intereses.
Las ventajas de la tecnología también son importantes para mejorar el trabajo en la tienda. A través de la digitalización se crea un ecosistema en el que cada punto de contacto trabaja en sinergia con el resto de puntos para garantizar que todo el proceso sea eficaz, todo gracias a la capacidad de interconectarse de los distintos dispositivos, con recopilación de datos y creación de informes estadísticos.
En conclusión, podemos decir con certeza que en un mercado competitivo y global, donde las demandas y necesidades del cliente cambian constantemente, existe la necesidad de flexibilidad y tecnologías innovadoras que puedan permitir al comercio minorista mantenerse al día con las demandas y necesidades de los clientes y con los retos organizativos del personal de la GDO. Solo las empresas que sepan invertir y sacar el máximo partido de estas tecnologías podrán mantenerse a flote en la economía digital. La evolución digital de la tienda física se convierte también en una oportunidad para lograr un comercio minorista más sostenible y responsable.