En los dos últimos años, que se pueden definir como «pospandemia», los clientes han mantenido algunos de los hábitos adquiridos durante el período de la pandemia: entre estos hábitos ya consolidados se encuentra el uso extendido de las herramientas digitales para efectuar las compras. Ante estos cambios, el comercio minorista ha comprendido la importancia de invertir en la digitalización para adecuar la experiencia de compra física a las expectativas de sus clientes.
Esta transformación digital ha demostrado ser una herramienta válida por dos motivos: por un lado, como medio para hacer frente a la situación económica actual, caracterizada por las fluctuaciones del mercado y la incertidumbre y, por otro lado, como respuesta a las nuevas necesidades del cliente. Este último, de hecho, tras la revolución digital que ha afectado a todos los ámbitos de nuestra vida, se ha vuelto más exigente y ya no se conforma con comprar un producto, sino que quiere ser protagonista de una experiencia más consciente y amplificada, donde la frontera entre lo físico y lo digital se difumine en una nueva «experiencia phygital». Este concepto elimina cualquier frontera imaginaria entre online y offline, para dar vida a una nueva tienda física modernizada para estar a la altura de las necesidades de los nuevos consumidores.
El escenario por el que avanza la «experiencia phygital» es el de una transformación digital en continuo desarrollo y de consumidores que han revolucionado sus procesos de compra, deseosos de fusionar lo físico y lo digital para tener una experiencia lo más personalizada y atractiva posible.
Cuando se habla de «experiencia phygital» en el sector del comercio minorista, se hace referencia a un concepto innovador de tienda digital, que ofrece servicios más completos, un mejor recorrido del cliente y una experiencia del cliente mejorada. De hecho, la «experiencia phygital» es la fusión perfecta entre las ventajas digitales (inmediatez, rapidez e integridad) y las ventajas físicas (interacción directa con los productos y los empleados). En la práctica, una estrategia «phygital» tiene como objetivo concretizar tres conceptos clave específicos del mundo digital:
Una estrategia «phygital», gracias a la mejora de la experiencia del cliente, permite conseguir no solo un aumento natural de las ventas, sino también de la fidelidad de marca.cesso di acquisto più dinamico, attraverso uno scambio bidirezionale con il cliente.
La palabra clave para transformar tu tienda física es sin duda la digitalización de los procesos. De hecho, cuando se digitalizan algunos procesos, se puede disponer de una serie de análisis que, gestionados correctamente, son garantía de una buena facturación y fidelización, como, por ejemplo, medir la afluencia de clientes y organizar a los empleados en consecuencia, para garantizar en todo momento un servicio adecuado.
Para lograrlo solo se necesita una infraestructura que digitalice los procesos de la tienda generando y recopilando datos y un software que sepa analizar estos datos para luego utilizarlos para optimizar cada proceso. Para poder implementar el concepto de «experiencia phygital» en tu tienda física, necesitas utilizar tecnologías innovadoras que la digitalicen y mejoren sus procesos internos y servicios. En particular, entre los más interesantes y eficientes, encontramos:
Conoce mejor las funciones de las etiquetas electrónicas y de los sistemas de señalización digital en estos artículos:
En un continuo intercambio entre el canal físico y el digital, los consumidores quieren disfrutar de una experiencia omnicanal, en la que los dos canales interactúen y se fusionen para ofrecer lo mejor. De hecho, buscan una experiencia que vaya más allá del producto y su compra como aspectos más importantes, sino que los protagonistas sean el cliente y sus necesidades. El comercio minorista que sepa responder a esta necesidad logrará también fortalecer el vínculo del consumidor con su marca, y todo esto es posible gracias a las estrategias «phygital».
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