Los cambios tan rápidos que se están produciendo en el mercado global recomiendan a los minoristas, hoy más que nunca, adaptarse al nuevo contexto social y comercial para seguir siendo competitivos. De esta forma, podrán hacer frente a los diferentes retos que están por venir en los próximos dos años y, mediante la adopción de las tecnologías y las soluciones más adecuadas, podrán satisfacer las nuevas necesidades de los clientes, consolidando sus resultados y conquistando nuevas cuotas de mercado.
Para poder encontrar una solución eficaz, es fundamental conocer a fondo las cuestiones que deben resolverse. Por lo tanto, es de gran importancia evaluar atentamente cada reto previsto para los próximos dos años e identificar las herramientas adecuadas para poder hacer frente a todos.
El sector del comercio minorista está en permanente evolución y se caracteriza por un contexto dinámico como el del mercado, donde la capacidad de adaptarse a las necesidades y preferencias de los clientes juega un papel primordial. Sin embargo, es importante analizar los problemas más significativos a los que el sector deberá responder en un futuro próximo, para poder estar preparados para ofrecer soluciones adecuadas. Estos son los principales retos que debemos tener en cuenta:
En este momento tan particular, probablemente el reto prioritario sea el poder adquisitivo del cliente y su situación económica. De hecho, si observamos el último año y medio, con respecto a finales de 2021, una familia gasta actualmente un 20 % más en sus compras. Esto significa que es necesario actuar para evitar una posible caída del volumen de ventas.
Otro reto importante será adaptarse a las nuevas tecnologías y a la nueva forma de comprar de los consumidores, que actualmente desean pasar de forma fácil y sin interrupciones de la compra online a la compra tradicional. Un estudio de Forbes confirma que el 73 % de los clientes utiliza distintos canales para sus compras y espera que estén perfectamente integrados entre sí. La omnicanalidad se convierte en un paso indispensable.
La experiencia del cliente tendrá cada vez más peso en los próximos años. Por lo tanto, será fundamental para el comercio minorista ofrecer experiencias personalizadas e inmersivas, con la implicación de todos los sentidos para crear un vínculo emocional entre el cliente y la tienda física.
El cliente es cada vez más sensible y consciente del impacto que tienen sus compras en el medio ambiente. Por lo tanto, es necesario prestar atención a una oferta sostenible y responsable. El Global State of the Consumer Tracker de Deloitte, a finales de 2021, registró que el 55 % de las personas habían comprado productos/servicios sostenibles, mientras que el 32 % declaró que habían gastado más de lo habitual. Esta es una señal clara de que la preferencia por marcas sensibilizadas con la sostenibilidad puede superar la importancia del precio de los productos.
Los retos que hemos visto hasta ahora pueden parecer complicados y, probablemente lo sean, sin embargo cada uno de ellos se puede afrontar con diferentes soluciones, siendo algunas de las más importantes la digitalización y la innovación.
En cuanto al poder adquisitivo de los clientes, probablemente lo primero que hay que hacer es buscar un nuevo equilibrio en las existencias. Esto significa revisarlas atentamente teniendo en cuenta tanto el posicionamiento de la marca como el poder adquisitivo de los clientes. En este caso jugará un papel importante la marca del distribuidor, que ya ha demostrado ser una solución válida, pero también la revalorización y la recuperación de los departamentos de productos muy frescos. Estos últimos, muy castigados por la inflación, son sin duda departamentos fundamentales en los que trabajar, también por la creciente atención a la sostenibilidad del cliente moderno. Una excelente solución, que puede combatir la inflación y proteger el poder adquisitivo y el margen, la ofrece, en particular, la digitalización y la posibilidad de aplicar estrategias de fijación dinámica de precios.
¿Cómo podemos garantizar a nuestros clientes una experiencia omnicanal? Aunque el punto de venta físico continúa representando un canal de ventas muy importante, es fundamental ofrecer experiencias omnicanal para seguir siendo competitivos en el mercado. También en este caso las tecnologías digitales son la mejor respuesta. Utilizando, por ejemplo, un sistema de click and collect, donde los clientes pueden realizar compras online y recogerlas en la tienda física. Pero también aprovechando todas las herramientas y el potencial de la señalización digital, como los dispositivos interactivos y las pantallas táctiles, para dar a conocer los productos de una forma innovadora y atractiva.
La solución también la ofrecen aquí las tecnologías digitales y el uso de datos, que nos permiten comprender mejor los comportamientos y las necesidades de los clientes para personalizar las ofertas. De esta forma se logra ofrecer experiencias exclusivas que pueden aumentar la implicación y la fidelización. Por lo tanto, el comercio minorista debe poder ofrecer experiencias que también involucren emocionalmente a sus clientes.
En relación con la sostenibilidad, la revalorización de los departamentos de productos muy frescos es uno de los primeros objetivos que debemos fijarnos, también para ofrecer una oferta centrada en productos locales y los beneficios que aporta su consumo. ¿Cómo conseguirlo? Por ejemplo, con información sobre los productos lo más completa y clara posible, sobre el modo de conservación, el tipo de cultivo o cría o la cadena de suministro. Una comunicación innovadora y transparente que es posible, por ejemplo, gracias a la tecnología de las etiquetas electrónicas.
Cada nuevo reto abre las puertas a nuevas oportunidades y, especialmente en el sector del comercio minorista, aceptarlo significa mejorar e innovar. Lógicamente, para adoptar las nuevas tecnologías digitales es fundamental contar con una cultura empresarial orientada al cambio y al crecimiento. Esta es la mejor forma de aprovechar el potencial de la digitalización y transformar tu punto de venta en un espacio donde los clientes puedan disfrutar de experiencias únicas y marcar la diferencia.